Me siento muy agradecida de haber encontrado esta tribu de madres en la que compartir momento, vivencias y tantísimas risas. También alguna lágrima. Muchas emociones. Gracias por existir y ayudarnos a las mujeres madres a recordar que somos hembras magas con mucho power. Conoceros fue un puntazo y ahora, la Tribu es mi autorregalo mensual.

La Tribu ha sido el mejor regalo que me he podido hacer. La pena no haberla encontrado en mi primera maternidad, que la viví en soledad, con mucha culpa y mucho sufrimiento...ahora en la segunda estoy deseando que llegue mi día de tribu del mes para poder compartir, crecer, sentirme valorada, mejor madre y mejor mujer... es mi ratito de autocuidado imprescindible. Salgo de las sesiones con una paz y una fuerza y ánimo indescriptibles y he podido conocer a personas maravillosas en ellas que me han aportado muchísimo.

Muchas gracias a todas por esta mañana tan bonita que hemos pasado. Ha sido un placer compartir entre todas nuestro sentir con libertad y sin juicio. Y gracias a las guías que han sabido materializarlo para que de alguna manera cada una se lleve algo concreto para casa.

La tribu me ha venido a dar lo que yo estaba buscando, mujeres con quienes hablar de lo que para mí era importante en la vida; los desvelos con mis hijas y los desvelos como madre. Mujeres que juntas compartimos experiencias, guiadas por tres maravillosas mujeres madres y magas, fuente de sabiduría. Ellas tres llevan unos pasos adelantados en el camino, pero todas estamos en lo mismo. Yo he sentido calor y compañía, tan escaso en Madrid. Calor y compañía de los buenos, de los de verdad, de corazón. Me han acompañado en crianza, educación y espero que lo hagan en la preadolescencia de mis niñas. Me siento muy agradecida porque sigo aprendiendo de límites, de pareja, de autocuidado... la tribu lo abarca todo, al menos todo lo que yo he necesitado y necesito. Agradecida y sostenida, esas son mis dos palabras para definir mi experiencia